Esto ya estaba pensado hace mucho pero creo que no nos atrevíamos, siempre decíamos «después«, «primero hay que tener una casa armada«, «es que hay que juntar plata«, «es que debemos tener casa propia«… y en eso nos compramos un departamento.
Con todo eso, ya no tuvimos muchas escusas y viendo que ya tenia 29 años nos decidimos y en febrero del 2013 fuimos a ver al ginecólogo. Ahí le conté nuestras pretensiones y que «ojala» pudiera quedar en cinta para el mes de septiembre/octubre, mi inminente cambio de folio y los muchos años que llevaba tomando anticonceptivos, los cuales quería cambiar. El preguntó mis antecedentes y cambio mis patillas por parches. Luego me explicó que si yo deseaba quedar embarazada en esas fechas lo mejor seria que volviera en junio y allí el me daría unos exámenes para ver que la «fabrica» anduviera bien para tirarnos a la aventura. Luego hablé con algunas amigas que ya eran madres sobre esto y me aconsejaron arreglar algunas cosas por lo que investigué del tema, me cambie de isapre y de plan -a uno maternal-. Llegó julio y fuimos de vuelta, me entregó el listado de exámenes y me dijo que volviera a mostrárselos… y que me sacara los parches.
… pues no hice ni lo uno ni lo otro… no sé por qué, pero era como miedo a sacarme el famoso parche, un «seré buena madre», «y si me cuesta mucho o jamás quedo…» aparte del trabajo y mil pretextos mas. Entonces en Agosto, la vida nos da un golpe fuerte: mi abuela se pone mal y poco tiempo después se nos va, perdiendo contra el maldito cáncer…. y justo cuando nos estamos recuperando, fallece mi padrino repentinamente, dejándonos en el aire, sintiendo que esta vida es demaciado corta e impredecible. Así que el día 30 de septiembre en la noche me saco el parche y no lo renuevo, pidiéndole a Dios que nos guíe y nos ayude en esta nueva etapa.
Llegó Octubre – mi mes favorito- y con eso el cumpleaños de mi madre, el mio, el aniversario del liceo con sus carros alegóricos, la comida del día del profesor, las elecciones para presidente de Chile, el cumpleaños de Nico (sobrino de Mr. H), el aniversario de matrimonio de mis padres, feriados varios -por favor léase como asados varios- las votaciones de segunda vuelta, pasando finalmente al 17 de noviembre con el cumpleaños y fiesta de disfraces de mi hermana… Uff!! se imaginarán la de vueltas y COMIDAS que me mandé jajaja… el hecho es que para esas fechas tenia el estomago destruido de acidez, por lo que los antiácidos y agüitas fueron mis mejores amigos para poder funcionar y ni que decir… obviamente subí de peso con todas esas comidas y asados de cada fin de semana tanto que, conversando con una colega sobre ofertas yropa le comenté que me iría a comprar esa misma tarde un par de sostenes pues me creció hasta la espalda y ya no me quedaban los antiguos. En ese momento me miró y me preguntó si estaba embarazada… obviamente me reí y le dije que no, que quizás me tomaría mucho tiempo. Luego en el mall, me probé los dichosos sostenes y grande fue mi sorpresa cuando los 34B me quedaban incómodos (32B es el que sigue después de los de entrenamiento… o sea los que usaba -sí, soy planita U.U) y cuando la vendedora me pasa los 36B, me reí de lo absurdo y me los puse… ERAN ESOS!! valor, señor mio, esos me quedaban como Dios manda… y yo no lo podía creer… 2 tallas…
– 2 TALLAS!!! pero como pude engordar tanto… ah, no.. esto amerita dieta right now!!
Los compré y me fui al supermercado a adquirir leche, yogurt y fruta, pues debía bajar rápido, pero comiendo bien… el verano estaba a un mes! En eso miro hacia al frente, veo la farmacia y recuerdo lo que me había dicho mi colega y me compré un test. Llegué a casa y le conté a mi esposo y me dijo que obvio, era mejor que me lo hiciera… fui al baño y… «Naaa» mañana lo hago.
Dormí como un lirón -en realidad no conozco a los lirones pero así dice el refrán- me levanté, me bañé y recordé el test… primera orina de la mañana aquí vamos, acto seguido lo pongo en una superficie plana y no alcancé a darme la vuelta cuando… una linea y… OTRA LINEA??? fue instantáneamente. Me quedé helada. Completamente helada… yo siempre pensé en que saltaría de alegría, se lo ocultaría a mi marido y luego le entregaría en una cajita un lindo par de zapatitos de bebé… pero no, me quedé helada con los ojos medios saltones parada en el baño. Le tomé unas fotos al rayado del test y fui a ver a Mr. H -quien estaba de turno de noche por lo que llevaba unos 20 minutos durmiendo- y le pregunté si quería que le contara algo que quizás no lo dejaría dormir o se lo contaba después… Trató de abrir un poco más los ojos y le pasé el examen con el instructivo, me miró, me abrazo fuerte y me metió de nuevo a la cama… en silencio… luego vino la euforia y mas tarde la negación… mejor nos hacemos el test en la clínica con sangre altiro y vemos si es real o no… En la tarde ya nos dieron el positivo y fui al ginecólogo para que lo viera y me pasara de nuevo la lista de los exámenes -que nunca hice- a lo que me dijo: «esos eran para antes que quedaras embarazadas y este arroz ya se coció» a lo que pasamos a la consulta y nos dio la noticia de que ya tenia casi 7 semanas o sea un mes y medio… ¿Qué dijo?… o sea…
¡¡¡¿Eso significa que quedé embarazada a la semana de dejar los parches?!!!
Bueno eso fue hasta allí. Los dos en shock y lo que sigue… se los cuento en un rato más…
Besos <3
Que buena historia!
Lo de subir de talla de brasier es un extra para ti, que yo de 34B no pasé hasta ahora en la lactancia que soy 34C jajaja
Imagínate tuuu! 😀
Me siento toda «sepsiiii» jajajaja
Que lindo como pasó todo!
Tu bebesaurio estaba destinado a llega a ti en el momento que más oportuno 🙂
Muchas felicidades, ánimos y éxitos en esta nueva etapa